El Villa del Río, pese a las bajas, iguala con el Castro del Río (2-2)

19 de enero de 2021 | 1ª Andaluza | Francisco J. García

Los villarrenses se rehacen por dos veces a un marcador adverso en una jornada en la que sólo se disputa este encuentro en el Grupo I

La igualada final, clasificatoriamente, no es un buen resultado para un Villa del Río que pierde una oportunidad para acercarse a las cuatro primeras plazas que otorgan la posibilidad de optar al título en la segunda fase de la competición y lo que es más importante, garantiza automáticamente la continuidad en la categoría cara al próximo ejercicio. Pero viendo la situación con la que el equipo villarrense afrontaba este partido y como transcurrió el mismo, el punto puede darse hasta por bueno.

Y es que entre unas cosas y otras, hasta nueve jugadores del primer equipo eran baja (Mathius, Vidosa, Álvaro, Salva, Alfonso, Raúl Casín, José Luís, Agudo y Juanpe), lo que obligó a José Antonio Saucedo a convocar a cuatro jugadores procedentes del juvenil (José Ángel, Durán, Fran Soriano y Juan Diego), así como dar un mayor protagonismo a jugadores de la casa, que hasta el momento habían tenido una menor participación.

Logicamente demasiadas novedades y probaturas, las que presentaba el cuadro local en su formación inicial. Por eso el equipo inicia el envite demasiado nervioso e impreciso, abusando del pelotazo, algo no habitual en las filas rojillas. Los primeros veinte o veinticinco minutos fueron de dominio castreño. El equipo de David García Cano acumulaba posesión de balón e intentaba jugarlo con cierto criterio. La banda derecha con José Javier y Vicente, era su principal vía de acoso sobre la zaga local. Precisamente en una jugada por esa zona del campo, se desequilibra el marcador. Y fue tras una jugada de verdadera mala suerte para el meta local Antonio López, ya que el centro de Vicente desde la línea de fondo se envenenó y tras impactar el balón en el poste, rebotó sobre el cuerpo del portero para terminar alojándose en el fondo de la red. Curiosamente López, minutos antes, había salvado a su equipo, tras salir airoso de un mano a mano frente a Julio, que se había plantado solo ante sus dominios.

Este accidentado gol en contra, suponía otra adversidad más en el devenir villarrense para este partido. Así que tocaba apretar los dientes en la búsqueda de una reacción que se antojaba tan complicada como necesaria. Y poco a poco, los rojillos se van sacudiendo el dominio de su rival y con Enrique y Luís de Haro, como principales instigadores, el juego se equilibra.

Una falta directa botada por Cris desde el semicírculo del área, pone a prueba a Manolo, terminando el balón saliendo por la línea de fondo. El saque de esquina del propio Cris, se salda con un fulgurante remate de cabeza de Salinas, que aloja el balón en la red. El empate devolvía la tranquilidad y las ilusiones a los villarrenses. Además, tras tres partidos sin marcar, el hambre de gol era tremenda.

Pero muy poco duró la alegría en el bando local, apenas cinco minutos, los que tardó José Javier en sacar un centro chut parabólico y muy alto, que sorprendentemente terminó por alojar el balón dentro de la portería. El meta local no estuvo muy afortunado en dicha acción.

El partido volvía ponerse muy cuesta arriba, con un marcador adverso tras encajar dos goles absolutamente evitables y con un equipo de circunstancias, ante un rival que estaba siendo superior en este primer periodo.

Sin embargo tras el paso por vestuarios, cambia la dinámica por completo. El Villa del Río realiza un cambio en su sistema táctico. Se olvida del doble pivote y apuesta por un 4-1-3-2, mucho más ofensivo. Saucedo da entrada al juvenil Durán y cambia de posición a varios de sus jugadores. El equipo da un paso hacia adelante y reacciona a base de casta, lucha y entrega. Ya se juega más en la mitad de juego castreño, lo que obliga a los visitantes a fortalecerse en su parcela, sin olvidarse de su faceta ofensiva donde Julio y Remacha seguían a la expectativa.

Curiosamente pudo sentenciar el marcador el Castro del Río en otra acción extraña. El remate de Julio desde la frontal, sale mordido y sin apenas potencia, sin embargo Antonio López tras frenar el esférico, no termina de hacerse con él y termina impactando en el poste derecho de su portería. Todo ello con un desarrollo digno de la mejor cámara lenta.

Pero la imagen del Villa del Río es absolutamente distinta. Los locales siguen apretando y acosando el área visitante. Y encuentran el premio a su tesón en otra jugada a balón parado. Tras una falta botada por Cris y tras varios rechaces en el área, Durán intenta hacer una chilena y el balón rechazado por un defensa, cae a los pies de Madueño, que lo aloja junto al palo largo.

Las tablas volvían al electrónico, nunca mejor dicho, reparado tras varias temporadas inactivo. Y quedaban más de veinte minutos por delante. Tiempo en el que los dos equipos intentaron tomar ventaja. Los locales siguieron mostrándose muy activos y eso que ya estaban sobre el terreno de juego jugadores como Agustín, Edu Sánchez y Fran Kiki, que hasta el momento habían tenido un papel testimonial durante la temporada.

Pero el partido nos tenía reservado un inesperado imprevisto. En una acción del mismo, el colegiado Salazar Hinojosa muestra la tarjeta amarilla y a continuación la roja al villarrense Salinas. El árbitro consideraba que el citado jugador había sido amonestado previamente, hecho que protestaba tanto el mismo Salinas, como sus propios compañeros de equipo, al igual que todo el cuerpo técnico. Fueron diez minutos de un inesperado parón, en el que los asistentes hicieron ver a su compañero, del error que había cometido, fruto de un apunte erróneo en una tarjeta anterior. Y eso que la tecnología estaba al servicio del arbitraje, con la utilización de pinganillos en los tres árbitros de la cita.

Al final y tras una deliberación que se hizo eterna, el colegiado supo reaccionar y enmendar su error. Algo que lógicamente satisfizo a algunos e indignó a otros, no acostumbrados a ver estas rectificaciones arbitrales en el mundo del fútbol. El juego se reanudó para disputar los diez minutos que quedaban por disputar, tiempo en el cual, los dos equipos intentaron por activa y por pasiva, desequilibrar el tanteador. Finalmente el empate a dos, sería el resultado definitivo. Un punto cuyo valor deberá ratificarse en las próximas citas.

El próximo fin de semana tocaría jornada de descanso dentro de este grupo I de la Primera Andaluza de Córdoba. Una fecha prevista en el calendario, con la intención de que los equipos con partidos pendientes de disputa, se pusieran al día en la competición. En esa tesitura hay numerosos equipos, de hecho en este grupo 1, los otros tres partidos previstos para esta jornada fueron suspendidos por la pandemia. Y en el grupo 2, casi lo mismo. Un partido disputado y otros tres aplazados.

El Villa del Río tiene fijado para el domingo día 24 (16:30 horas) su partido casero frente al Recreativo Belmezano, correspondiente a la jornada nueve. Pero en la mente de todos está el dilema si merece la pena darle continuidad a la competición, en estos momentos tan complicados y en estas circunstancias.

Villa del Río 2-2 Castro del Río
2 - Villa del Río
: Antonio López; José Ángel, Soto, Madueño, Salinas, Cris, Sanroque, Hugo, Enrique, Luís y Zamora. También jugaron Durán, Edu Sánchez, Agustín, Fran Kiki y Juanma.
2 - Castro del Río: Manolo; Vicente, Jesús, Elías, Rafa Millán, Fran Villatoro, Adri, Pepe Millán, José Javier, Rodo y Julio. También jugaron Remacha, Pedro y Bibi.
Árbitro: Salazar Hinojosa. Amonestó a los locales Cris, Zamora, Salinas y Madueño; y a los visitantes Rodo, Manolo, Elías, Fran Villatoro y Pedro.
Goles:  0-1 (17') Vicente. 1-1 (31') Salinas. 1-2 (37') José Javier.  2-2 (68') Madueño.
Incidencias: El partido se disputó a puerta cerrada siguiendo las directrices emitidas desde la Junta de Andalucía, al encontrarse toda la comunidad autonóma en nivel 4 de contagios. El partido fue televisado en directo a través de las redes sociales y por su propio canal, por Beconet TV.