En la tarde del pasado miércoles arrancó la pretemporada para el primer equipo del Peñarroya C.F. en las instalaciones municipales de Casas Blancas, en la que promete ser una ilusionante temporada 17/18. Para la ocasión se había fijado las 21.00 horas y como viene siendo normal en estas cuestiones lo primero fue dar la bienvenida a todos por parte de los representantes de la entidad, la junta directiva en pleno y el cuerpo técnico. A la cita como viene siendo normal en estas fechas faltaron algunos jugadores por motivos vacacionales y algún otro por profesionales.
Antes de saltar al césped para la primera toma de contacto físico, tomaron la palabra en primer lugar el presidente del club, Antonio Gómez, y el director deportivo, Juan Luis Dávila, los cuales pusieron de manifiesto lo que se espera de los jugadores que nos es otra cosa que predisposición, entrega, compañerismo y el objetivo final que no es otro que el ascenso de categoría para lo que la directiva va a trabajar sin descanso. Seguidamente el entrenador, Agustín Navas, abundó en estas mismas cuestiones añadiendo que los jugadores, el entrenador y la directiva es como una gran cadena de transmisión y que el esfuerzo se reparte por igual para lo bueno y para la malo, si una parte tira todo el mecanismo se mueve con todas sus consecuencias. Antes de saltar al terreno de juego el secretario técnico del club, Manuel Bejarano, intercambió impresiones con los jugadores y ordenó un primer control antropométrico de peso y estatura para una primera idea del estado en el que llega la plantilla.